La votación de ayer en el pleno del parlamento asturiano marcó un punto de inflexión en la lucha contra el maltrato animal institucionalizado. La Junta General del Principado de Asturias aprobó —por el mínimo margen de 23 votos a favor frente a 22 en contra— una PNL que declara las corridas de toros como "maltrato animal" y exige al Gobierno central modificar las leyes para despojar a la tauromaquia de su blindaje como "patrimonio cultural".
La diputada Covadonga Tomé (Somos Asturies), líder de la iniciativa, defendió con vehemencia una verdad incómoda: "Con independencia de que se la llame arte o cultura, la tauromaquia es tortura animal. En el siglo XXI, ninguna tradición puede justificar la crueldad como espectáculo". Sus palabras resonaron en un hemiciclo dividido: mientras PSOE e IU-Convocatoria por Asturies apoyaron la medida, PP, Vox y Foro cerraron filas en defensa de los toros.
Ricardo Fernández (PSOE) fue contundente: "Hay un maltrato objetivable. En una sociedad avanzada, todos los animales deben estar bajo la Ley de Protección Animal". Xabel Vegas (IU) añadió: "Es triste seguir debatiendo lo evidente: esto es una barbaridad. La batalla se ganará tarde o temprano".
Frente a ellos, la derecha esgrimió argumentos identitarios. José Luis Costillas (PP) acusó: "Quieren borrar parte de nuestra esencia histórica y artística". Carolina López (Vox) tildó los toros de "arte centenario que genera economía", omitiendo que, aunque no reciben subvenciones autonómicas, sí las obtienen vía Fondos Agrarios de la UE y ayuntamientos. Adrián Pumares (Foro), cuyo partido impulsó el regreso de las corridas a Gijón en 2023, alegó libertades individuales: "Si hay toros en Gijón es por democracia".
"Asturias ha dado un paso valiente al nombrar la tortura por lo que es. No es 'cultura' clavar puñales en un animal hasta asfixiarle. Es hora de que Sánchez escuche: España no quiere ser cómplice de esta crueldad arcaica", reflexiona Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
La proposición de Tomé desmonta con datos los pilares de la propaganda taurina:
- ¿Tradición? "Que algo sea antiguo no lo hace moral —declara el texto—. La ablación o la esclavitud también fueron tradiciones".
- ¿Arte? "Decir que algo es 'arte' no le da valor ético. Lo que importa es si es buen arte. Y el buen arte no tortura".
- ¿Consumo? Solo 1.9% de españoles asistió a corridas en 2021-2022 (Encuesta de Hábitos Culturales).
- ¿Interés social? 65.2% de la población muestra interés "nulo o casi nulo" (0-2/10) por la tauromaquia.
- ¿Rentabilidad? En 2023, por primera vez, menos de un millón de espectadores pagaron entrada (Estadística de Asuntos Taurinos). Un 25% accedió gratis.
Gijón —única ciudad asturiana con plaza de toros— ejemplifica la controversia. Tras años sin corridas bajo gobiernos de izquierda, Foro y PP las reinstauraron en 2023. La polémica estalló días antes de la votación, cuando el PP desplegó carteles con un torero y el lema "2 años de libertad", provocando indignación ciudadana.
"Los taurinos hablan de libertad... ¿Libertad para quién? Un toro en la plaza no elige: es apuñalado, desorientado y masacrado. Los datos muestran la verdad: España rechaza este sadismo. Solo una minoría nostalgicosa y una élite política lo sostienen", enfatiza Gascón.
715,606 razones para enterrar la cultura de la tortura
La victoria asturiana no es un hecho aislado. Es la punta de lanza de un movimiento imparable: #NoEsMiCultura, la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que entregó en febrero de 2025 715,606 firmas —récord histórico en España— para retirar a los toros la protección legal como Bien de Interés Cultural.
La ILP #NoEsMiCultura, apoyada por partidos como Sumar, Podemos y ERC, evidencia que el debate ya no es "progreso vs tradición", sino ética vs crueldad. Como señala Tomé: "En una sociedad justa, los toros deben ser solo historia. No tienen cabida en nuestro presente ni futuro".
Asturias ha encendido la mecha. Ahora necesitamos que toda España la avive. Cada firma en FiestasCrueles.org es un martillazo en el muro de la impunidad. ¡Comparte la petición, exije a tus diputados que apoyen la ILP #NoEsMiCultura! Solo la presión ciudadana terminará con esta vergüenza nacional.